MITO: La violencia doméstica no es común.
REALIDAD: Cada 9 segundos en los Estados Unidos, un hombre golpea a una mujer. En Oregón, los servicios de crisis reciben más de 50,000 llamadas de emergencia y 37,000 llamadas no-urgentes de sobrevivientes de violencia doméstica.
MITO: La violencia doméstica sucede solamente en familias de bajos ingresos.
REALIDAD: La violencia doméstica sucede en toda clase de familias, ricas o pobres, de zonas urbanas, zonas sub-urbanas o áreas rurales, en todas partes del país, en gente de toda raza, religión y edad.
MITO: El alcohol y las drogas causan la violencia doméstica.
REALIDAD: El alcohol y las drogas no causan la violencia doméstica. La violencia doméstica es una elección. Muchos abusadores se asegurarán de tener alcohol o drogas para usarlos como excusa de sus acciones. Los abusadores también reclamarán que sus acciones fueron a causa de no tener alcohol o drogas.
MITO: La violencia doméstica es un problema de ira.
REALIDAD: La violencia doméstica no tiene nada que ver con la ira. La ira es una herramienta que los abusadores usan para obtener lo que quieren. Sabemos que los abusadores están en control porque pueden parar cuando alguien toca a la puerta o cuando el teléfono suena; ellos a menudo dirigen los golpes a las partes del cuerpo donde los moretones no se ven; ellos no son abusivos con cada persona que los hace “enojar”, sino que esperan a que no haya testigos y abusan a la persona que dicen amar.
MITO: Abusadores y/o víctimas tienen baja autoestima.
REALIDAD: Los abusadores no tienen baja autoestima. Ellos creen que tienen el derecho de tener poder y control sobre su pareja. Los abusadores pretenderán tener baja autoestima para hacer que otros crean que la violencia no es su culpa. (Para más información vea la sección En la Mente del Abusador).
REALIDAD: Al comienzo de la relación, las sobrevivientes podrían haber tenido alta autoestima, pero el abusador usa abuso emocional: llamándola con sobrenombres abusivos, diciéndole que es su culpa con la intención de destruir su autoestima. Algunos abusadores buscan mujeres con baja autoestima, porque creen que hay más probabilidad de que ella se culpe a sí misma y menos probabilidad de que ella reporte su comportamiento. Otros abusadores buscarán mujeres con alta autoestima, porque ellas representan un gran desafío para controlar con el tiempo.
MITO: La mayoría de los abusos son realmente solo un par de bofetadas y no hacen daño.
REALIDAD: Más de 30 por ciento de admisiones a la sala de emergencias de los hospitales son mujeres golpeadas. La violencia doméstica es la causa más sobresaliente de daño físico hacia las mujeres en los Estados Unidos.
MITO: La violencia doméstica sucede solamente una o dos veces en una relación.
REALIDAD: La violencia del abusador usualmente empeora con el tiempo: Los comportamientos abusivos ocurren más a menudo y tienden a ser más intensos.
MITO: A algunas mujeres les gusta ser golpeadas. Ellas lo piden. Ellas lo merecen. Algunas mujeres van de abusador en abusador – son ellas las que están haciendo algo mal.
REALIDAD: Nadie merece ser abusado. Todos tienen derecho a una vida libre de violencia. Nadie querría tener una pareja abusiva. Las mujeres que han tenido más de un abusador a menudo serán culpadas por la violencia- “debe ser algo en ella” o ella se culpará a sí misma –“yo siempre escojo abusadores.” En realidad, el abusador usa la táctica de encanto temprano en la relación para encontrar que ella fue abusada en el pasado. El usa esta información para culparla- “parece que es algo que estás haciendo mal, o no habría dos de nosotros” o para callarla- “No vas a decir nada a nadie, porque si dices algo nunca van a creerte pues ya dijiste eso antes.”
MITO: Los niños no se dan cuenta de la violencia en el hogar.
REALIDAD: Estudios muestran que la mayoría de los niños se dan cuenta de la violencia dirigida a su madre. (Vea la sección Preguntas y preocupaciones de Mamá para obtener métodos de cómo apoyar a niños testigos de violencia doméstica.)
MITO: Los niños no tienen riesgo de ser dañados o lastimados.
REALIDAD: Los hombres que abusan de su pareja tienen más probabilidad de abusar a los niños. La violencia doméstica es el pronosticador número uno para el abuso infantil. Exponer a los niños a un ambiente lleno de acciones violentas y palabras de odio no es ser un “buen papá.”
MITO: Los niños que son testigos de violencia serán abusadores.
REALIDAD: Estudios realizados mostraron que el 30% de niños que son testigos de violencia escogen ser abusadores al ser adultos. Esto significa que 70% no serán abusadores y están dispuestos a terminar con el ciclo de violencia en sus vidas. La mayoría de niños que son testigos de violencia doméstica al ser adultos querrán ser consejeros para niños, o se dispondrán a criar a sus niños sin violencia y buscar profesiones donde puedan trabajar para evitar la violencia infantil.
Los jóvenes en nuestra sociedad nunca deben sentir que están destinados a ser violentos. Enviamos un mensaje muy peligroso a los jóvenes cuando insinuamos que ellos están destinados a ser violentos y damos a los abusadores una excusa para sus acciones.
Realidad: La violencia doméstica es un crimen. Es contra la ley para cualquier persona golpear o lastimar a otra. En Oregon, la ley dice que la policía debe arrestar a alguien que ellos creen que ha abusado de otra persona.
Realidad: La violencia doméstica lleva al asesinato. Tres cuartas partes de todas las mujeres asesinadas son asesinadas por sus esposos, ex-esposos o compañeros sentimentales. En nuestra comunidad, 9 mujeres y niños fueron asesinados entre 1999 y Febrero del 2003.
Realidad: La violencia doméstica le cuesta a la economía de los Estados Unidos aproximadamente de $3 a $5 billones anualmente en ausencias de trabajo y otros $100 millones anualmente en gastos médicos.
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